Hoy os traigo una receta de un red velvet, o pastel de remolacha roja. Queda delicioso y muy dulce, y además la remolacha es un alimento muy recomendable, alto en hierro y ácido fólico.
Ingredientes:
– 300 gr de remolacha cruda (o 150 gr de remolacha en tiras)
– 300 gr de harina de avena (yo he utilizado la de Nutrytec)
– 3 claras de huevo.
– 125 gr de yogur griego desnatado.
– Zumo de limón.
– 1 cucharada de aceite de oliva.
– 2 cucharadas de levadura.
– Edulcorante.
– Esencia de vainilla.
Para la cobertura:
– 250 gr de queso batido 0%
– Edulcorante.
Preparación:
En primer lugar es necesario preparar la cobertura, para ello es necesario colocar una gasa estéril sobre un colador y verter en él el queso batido, colocando un bol debajo para que escurra el líquido. El objetivo es que el queso pierda el suero y quede con una textura más densa que facilitará el extenderlo por la tarta. Lo dejaremos así en el frigorífico durante unas 6 horas y cuando esté listo se mezcla con edulcorante y esencia de vainilla al gusto.
Para hacer la tarta en sí es necesario cocer previamente la remolacha (o usar remolacha en bote) y trocear bien. Mezclar con la harina de avena e ir agregando la clara de huevo y el yogur griego, añadir un poco de limón y una cucharadita de aceite y batir todo junto. Por último, edulcorar y agregar un poco de esencia de vainilla, testeando el sabor hasta conseguir el grado de dulzor deseado y echar la levadura.
Verter en un molde y hornear a 180 grados durante 35-40 minutos. Una vez que esté lista, dejar enfriar y desmoldar. Cuando esté totalmente fría, partir por la mitad y rellenar con queso el queso batido ya preparado. Cubrir toda la tarta con el resto del queso.
¡Me encanta!