Un ejemplo de comida equilibrada y saludable: tiras de pollo especiado a la plancha; chips de boniato al horno; ensalada de espinacas con tomates cherrys y aguacate (aliñada con limón); y fresas de postre.
Una forma sencilla de organizar el plato de comida es dividirlo en cuatro partes: 1/4 dedicarlo a proteína (pollo, pavo, pescado, tortilla de claras de huevo…); otro cuarto a un carbohidrato complejo (boniato, arroz integral…); y la mitad restante rellenarla con verdura/ensalada. No hay que olvidar incluir una fuente de grasas saludables (aceite de oliva, aguacate, frutos secos…)